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EZLN: Las artes, las ciencias, los pueblos originarios y los sótanos del mundo

lundi, février 29th, 2016

Las artes, las ciencias, los pueblos originarios y los sótanos del mundo.

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.

MÉXICO.

Febrero del 2016.

Para: Juan Villoro Ruiz:

Hermano:

Celebro que el resto de la familia bajo protesta esté bien, y agradecemos que hayas sido el mensajero para hacerles llegar nuestros saludos y los obsequios que les enviamos (aunque sigo pensando que corbatas y ceniceros o floreros hubieran sido una mejor opción).

En el momento de tratar de continuar estas letras, recordé tu texto “Conferencia sobre la lluvia” (editorial Almadía, 2013) escrito, creo, para teatro, y que leí imaginando, de seguro con torpeza, la escenografía y los gestos y movimientos de quien tuviera a cargo el monólogo, sintiendo la interpelación más que acusando recibo de ella. El inicio, por ejemplo, es una síntesis de mi vida: el lacónico “¡Perdí los papeles!” del primer renglón, bien da para una enciclopedia si lo anclo en los calendarios y geografías de este continuo caer y recaer que he sido.

Porque, invariablemente, después del saludo de apertura en una epístola, pierdo las ideas (“la tonelada” dicen los compas cuando se refieren al tono en una canción). Quiero decir, el objetivo concreto de la carta. Cierto que el dilucidar quién es el receptor podría ayudar, pero no pocas veces el destinatario es un oído hermano al que se quiere provocar no necesariamente una respuesta, pero siempre un pensamiento, una duda, un cuestionamiento, pero no que paralice, sino que motive más pensamientos, dudas, preguntas, etcéteras.

Entonces, tal vez como al bibliotecario-conferencista que protagoniza la obra, salen palabras que no se buscaron propositivamente, sino que ahí estaban, acechando, esperando un descuido, una grieta en lo cotidiano, para asaltar el papel, la pantalla, o esa hoja arrugada que ¿dónde-diablos-la dejé-ah-aquí-está-¿cuándo-escribí-yo-esta-idiotez-? Las palabras dejan entonces de ser escudo y barricada, lanza y espada, y se convierten, muy a nuestro pesar, en espejo frente al que uno se devela y desvela.

Claro, el bibliotecario puede acudir a sus pasillos flanqueados por estantes, con su orden alfabético y numérico, con sus calendarios y geografías dibujando un mapa de tesoros literarios; buscar entonces en la “O” de “olvido” y ver si ahí encuentra lo que perdió. Pero acá, en este continuo traslado, la idea de una biblioteca, así sea mínima y portátil, es una quimera. No creas, vi con esperanzas infundadas los libros electrónicos (en un “USB” -o “pendrive” o “memoria externa”- podría cargar si no la biblioteca de Borges, sí al menos una mínima: Cervantes, Neruda, Tomás Segovia, Le Carré, Conan Doyle, Miguel Hernández, Shakespeare, Rulfo, Joyce, Malú Huacuja, Eduardo Galeano, Alcira Élida Soust Scaffo, Alighieri, Eluard, León Portilla y el mago de la palabra: García Lorca, entre otros). Pero nada, si el bibliotecario pierde los papeles, yo los dispositivos usb, y a saber dónde andan.

Pero no creas, uno tiene sus fantasías vergonzantes. En los usb de libros electrónicos solía poner una miscelánea de autores, pensando en que los perdería y estarían juntos y, tal vez, no sé, después de todo la literatura es el género de lo imposible concretado en letras, podrían “comparticionarse” entre ell@s.

La literatura es un lugar en el que llueve, has hecho decir al conferencista en desgracia, obligado a desnudarse, sin el ropaje de sus apuntes, para mostrarse como es: vulnerable.

Entonces imagina un usb con ésos u otros artistas de la palabra. Imagina que empieza a llover. Imagina lo que hablan entre sí, mientras buscan que una gota no les arruine el código binario en el que viven y entonces empiecen los malos entendidos: 0-1-0-mancha-1-borrón-0-0-borrón-1 o lo que sea, y ya empieza el “¡cómo se atreve usted!” y vuelan de un lado a otro los “fuck you”, “que te doy una hostia”, “son pavadas”, “a la chingada”, “vous êtes fou”, “va’ fa’ ta culo”, mientras Alcira reparte su “Poesía en Armas” mimeografiada, algo que no creo que apacigüe los ánimos beligerantes. En fin, que todas las expectativas venturosas arruinadas… por la lluvia.

Claro que, mutatis mutando, en tus letras es un gato el exiguo auditorio del conferencista, y acá es un gato-perro con su lucezita que igual se desconciertan con lo que escribo, como si no fueran de por sí desconcertantes un gato-que-es-perro-que-es-gato-que-es-perro y una luz acurrucada en la sombra.

¿Divago? Es lo más seguro. Después de todo, esa compartición imposible dentro de un usb que confía en que la lluvia no le arruine el coloquio, no es más que una fantasía.

Pero si para el conferencista es la lluvia, para esta misiva el tema es… la tormenta.

Permíteme entonces que aproveche estas líneas para seguir nuestro intercambio de reflexiones sobre la crisis compleja que se avecina, según algunos, o que ya está, según otros.

Alguien ha dicho por ahí que nuestra visión (plasmada ahora en la tipografía del libro “El Pensamiento Crítico frente a la Hidra Capitalista. Participación de la Comisión Sexta del EZLN”), es apocalíptica y más cercana a Robert Kirkman y su “The Walking Dead” (el comic y la serie televisiva, inspirada o no, en él), que a Milton y Rose Friedman y su “Libertad de Elegir” (el libro y las políticas económicas que encuentran ahí su coartada). Que nos equivocamos por no ser ortodoxos, o que nos equivocamos por ser demasiado ortodoxos. Que no va a pasar nada, que al levantarse cada mañana estará lo necesario para el desayuno, que el perro del vecino seguirá ladrándole al camión de la basura, que al abrir el grifo del lavabo saldrá agua y no un sonido de ultratumba. Que somos sólo pajarracos de mal agüero que, además, no tenemos impacto mediático o académico (aunque cada vez más son lo mismo).

En fin, que la máquina funciona y cada quien está donde debe de estar. Las sacudidas son esporádicas y son sólo eso, sacudidas, y que las turbulencias son pasajeras y debidas a que alguien se resiste a estar donde debe estar. Como se descompone un reloj si un engranaje o resorte se salen de su lugar y el Estado es el “relojero” que elimina la pieza rota y la sustituye por otra.

¿El Apocalipsis (todo incluido)? ¿El diluvio universal? ¿La humanidad prisionera en el ferrocarril aparentemente eterno e inmortal de Snowpiercer (la película del surcoreano Bong Joon-ho, titulada “Rompenieves” en el dvd de “producción alternativa” que me llegó -y que ahora no encuentro-), y reproduciendo dentro de él la misma inhumanidad que, queriendo resolver el calentamiento global, indujo el enfriamiento del planeta?

Nada más alejado de nuestro pensamiento. Nosotras, nosotros, zapatistas, no creemos que el mundo se vaya a acabar. Sí pensamos que el que conocemos actualmente se va a colapsar, y que su implosión va a acarrear multitud de desgracias humanas y naturales.

Sobre si esa implosión ya está en marcha o está por definirse, su duración y término, se puede debatir, argumentar, cuestionar, afirmar o negar. Pero hasta donde sabemos, no hay quien se atreva a negarla. Todos allá arriba aceptan que la máquina está fallando, y ensayan una y mil soluciones, siempre dentro de la lógica de la máquina. Pero hay quien quiere romper con esa lógica y asevera: la humanidad es posible sin la máquina.

Sin embargo, como lo que somos, no nos preocupa tanto la tormenta. Después de todo, han sido siglos de tormenta para los pueblos originarios y los desposeídos de México y del mundo, y si algo se aprende abajo es a vivir en condiciones adversas. La vida entonces, y en contados casos la muerte, es una lucha continua, una batalla librada en todos los rincones de los calendarios y geografías. Y no hablo aquí de las mundiales, sino de las personales.

Como se puede concluir en una lectura atenta de nuestra palabra, el nuestro es un mensaje que va más allá de la tormenta y sus dolores.

Es nuestra creencia que la posibilidad de un mundo mejor (no perfecto ni acabado, dejemos eso para los dogmas religiosos y políticos) está fuera de la máquina y su posibilidad se sostiene en un trípode. O más bien en la interrelación entre tres columnas que han pervivido y perseverado, con sus altibajos, sus pequeñas victorias y sus grandes derrotas, a lo largo de la breve historia del mundo: las artes (exceptuando de estas últimas a la literatura), las ciencias y los pueblos originarios con los sótanos de la humanidad.

Tal vez te preguntes, un poco por curiosidad y otro mucho por la interpelación directa que te supone, el por qué pongo en un compartimento excluso a la literatura. Permíteme que lo diga más adelante.

Notarás que, abandonando a los clásicos, no he puesto a la política entre las vías de salvación. Conociéndonos un poco (con todo y que no aparezcamos ni en interiores de las páginas de los medios, hay bibliografía propia y abundante para quien tiene un interés honesto en saber de qué va el zapatismo), es claro que nos referimos a la política clásica, a la política “de arriba”.

Escucha, Juan, hermano, yo sé que eso da no para otra carta, sino para una biblioteca ya que en ésas estamos, así que permíteme que deje ese punto en el aire. No porque sea menos importante o trascendente en la tormenta, sino porque ya “agarré camino”, como dicen los compas, y si sigo cualquiera de las bifurcaciones con las que me tienta la palabra, corres el riesgo de que esta carta nunca te llegue, no por la lluvia, sino por inconclusa.

He puesto “las artes” porque son ellas (y no la política) quienes cavan en lo más profundo del ser humano y rescatan su esencia. Como si el mundo siguiera siendo el mismo, pero con ellas y por ellas pudiéramos encontrar la posibilidad humana entre tantos engranajes, tuercas y resortes rechinando con mal humor. A diferencia de la política, el arte entonces no trata de reajustar o arreglar la máquina. Hace, en cambio, algo más subversivo e inquietante: muestra la posibilidad de otro mundo.

Puse “las ciencias” (y me refiero aquí especialmente a las llamadas “ciencias formales” y a las “ciencias naturales”, considerando que las sociales aún tienen algunas cosas que definir -ojo: sin que esto implique una demanda y exigencia-) porque tienen la posibilidad de reconstruir sobre la catástrofe que ya “opera” en todo el territorio mundial. Y no hablo de “reconstruir” en el sentido de retomar lo caído y armarlo de nuevo, a imagen y semejanza de su versión antes de la desgracia. Hablo de “rehacer”, es decir, “hacer de nuevo”. Y los conocimientos científicos pueden entonces reorientar la desesperación y darle su sentido real, es decir, “dejar de esperar”. Y quien deja de esperar, podría empezar a actuar.

La política, la economía y la religión dividen, parcelan, parten. Las ciencias y las artes unen, hermanan, convierten las fronteras en ridículos puntos cartográficos. Pero, cierto, ni unas ni otras están exentas de la feroz división de clases y deben elegir: o contribuyen al mantenimiento y reproducción de la máquina, o contribuyen a mostrar su necesaria supresión.

Como si en lugar de re-etiquetar la máquina, embelleciéndola o afinándola, el arte y la ciencia plantaran, sobre la cromada superficie del sistema, un letrero lacónico y definitorio: “CADUCO”, “Tiempo Transcurrido”, “para continuar viviendo deposite otro mundo”.

Imagina (a tu generación algo le debe haber tocado de John Lennon, la mía es más de sones y huapangos), imagina que todo lo que se gasta en política (por ejemplo, en elecciones por votación y elecciones por guerra, tan antidemocráticas unas como las otras –“la política y la economía son la continuación de la guerra por otros medios”, debió haber dicho Clausewitz si hubiera partido de la ciencia social), se dedicara a las ciencias y las artes. Que en lugar de campañas electorales y militares hubiera laboratorios, centros de investigación y divulgación científica, conciertos, exposiciones, festivales, librerías, bibliotecas, teatros, cines, y campos y calles donde reinaran las ciencias y las artes, y no las máquinas.

Claro, nosotras, nosotros, zapatistas, estamos convencidos de que eso es posible sólo fuera de la máquina. Y que hay que destruirla. No reajustarla, no maquillarla, no hacerla “más humana”. No, destruirla. Si algo de sus restos sirve, que sea como muestra de que no hay que repetir la pesadilla. Como si sólo fuera un referente al que se mira por el “Espejo Retrovisor” mientras se deja atrás el camino.

Pero no dudamos que haya alguien que piense o crea que es factible dentro de ella, sin alterar su funcionamiento, cambiando de maquinista o viendo que los vagones más suntuosos redistribuyeran su riqueza para que algo (tampoco mucho, no hay que exagerar), les llegara a los vagones traseros. Claro, siempre recalcando que cada quien está donde debe de estar. Pero la candidez, hermano, suele ser uno de los ropajes de la perversidad.

Y he mencionado a los pueblos originarios y los sótanos mundiales, bueno, pues porque son quienes más oportunidad tienen de sobrevivir a la tormenta y los únicos con la capacidad para crear “otra cosa”. Alguien tiene que responder mañana a la pregunta “¿Hay alguien en la Tierra?”. Y aquí la palabra presenta, no sin coquetería provocadora, otra bifurcación que, en bien de esta misiva, evito con mi conocido recato.

He dicho antes, socarrón y pendenciero, que las artes, exceptuando a la literatura. Bueno, porque creo (y esto es individual) que a la literatura le tocaría crear los lazos entre esos 3 pies, y dar cuenta del proceso, afortunado o no, de su interrelación. Le toca ser “El Testigo”. Pero lo más seguro es que yo esté equivocado o sólo sea que, en este juego de cartas, he destapado la del “Joker” para preguntar “¿Por qué tan serios?”.

-*-

¿Qué queremos? La clave para entender el mensaje subterráneo del zapatismo está en los pequeños relatos que, sobre la niña indígena autodenominada “Defensa Zapatista”, aparecen en el libro de “El Pensamiento Crítico frente a la Hidra Capitalista”.

Imaginar lo que, por necesario y urgente, parece imposible: una mujer que crezca sin miedo.

Claro que cada geografía y calendario agrega sus cadenas: indígena, migrante, trabajadora, huérfana, desplazada, ilegal, desaparecida, violentada sutil o explícitamente, violada, asesinada, condenada siempre a agregar pesos y condenas a su condición de mujer.

¿Qué mundo sería parido por una mujer que pudiera nacer y crecer sin el miedo a la violencia, al acoso, a la persecución, al desprecio, a la explotación?

¿No sería terrible y maravilloso ese mundo?

Así que si alguna vez me pidieran a mí, sombra fantasmal de nariz impertinente, que definiera el objetivo del zapatismo, diría: “hacer un mundo donde la mujer nazca y crezca sin miedo”.

Ojo: no estoy diciendo que en ese mundo ya no habría esas violencias acechándola (sobre todo porque igual se puede acabar varias veces el planeta, pero no lo peor de nuestra condición de varones).

Tampoco digo que no haya ya mujeres sin miedo. Que su empeño rebelde les haya conseguido esa victoria en la batalla cotidiana, y que sepan que ganan batallas. Pero no la guerra. No, hasta que cualquier mujer en cualquier rincón de las geografías y calendarios mundiales crezca sin miedo.

Hablo de la tendencia. ¿Podríamos afirmar que la mayoría de las mujeres nacen y crecen sin miedo? Creo que no, y probablemente me equivoque y es seguro que arribarán cifras, estadísticas y muestras de que estoy equivocado.

Pero, en nuestro limitado horizonte, percibimos el miedo, miedo porque pequeña, miedo porque grande, miedo porque delgada, miedo porque gorda, miedo porque bonita, miedo porque fea, miedo porque embarazada, miedo porque no embarazada, miedo porque niña, miedo porque joven, miedo porque madura, miedo porque anciana.

¿Vale la pena empeñar el paso, la vida y la muerte en tal quimera?

Nosotras, nosotros, zapatistas, decimos que sí, que vale la pena.

Y en ello ponemos la vida que, aunque es poco, es todo lo que tenemos.

-*-

Sí, tienes razón en que no faltará quién nos tache de “ingenuos” (en el mejor de los casos, porque en todos los idiomas hay sinónimos más crudos). / Este procesador de textos, un software libre y de código abierto, me gusta porque cada que quiero escribir “caso” o “casos”, el corrector me propone “caos”. Creo que el software libre sabe más de tormentas devastadoras que yo/.

En fin, ¿en qué estaba? ¡Ah!, las palabras perdidas, su naufragio en papeles o bites, los pueblos originarios y los sótanos de la humanidad convertidos en arca de Noé, las ciencias y las artes como islas salvadoras, una niña sin miedo como brújula y puerto…

¿Eh? Sí, coincido contigo en que el resultado de todo eso tiene más de caos que de caso, pero ésta es sólo una carta que, como todas las cartas debieran, se convierte en un avioncito de papel con la intimidante insignia de “Fuerza Aérea Zapatista” dibujada en un costado, y allá va buscando a su destinatario. Porque a saber dónde andas Juan, hermano bajo protesta. Como decían las abuelas antes (no sé ahora), “ya sosiégate chamaco”, y ponte una chamarra o un abrazo porque hace frío y “el tema, ya lo sabes, es la lluvia”

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Galeano.

México, febrero del 2016.

Palabras del EZLN en el seminario El Pensamiento Crítico frente a la Hidra Capitalista

samedi, août 29th, 2015

Nuestra Mirada Hacia Dentro

Nuestra Mirada a la Hidra

EZLN: libro I. « El Pensamiento Crítico frente a la Hidra Capitalista »

samedi, août 29th, 2015

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El Pensamiento Crítico frente a la Hidra Capitalista I

participaciones de la Comisión Sexta del EZLN

ÍNDICE volumen Uno

Prólogo:

.- De cómo llegamos a la Cofa del Vigía y lo que desde ahí miramos. SupGaleano.

 

I.- Nuestra mirada hacia dentro.

 

Algunas pistas:

.- La Tormenta, el Centinela y el Síndrome del Vigía. SupGaleano.

.- Ser Zapatista (palabras del Subcomandante Insurgente Moisés en el Homenaje a los compañeros Luis Villoro Toranzo y Maestro Zapatista Galeano. 2 de mayo del 2015).

.- Luis Villoro Toranzo, el zapatista (palabras del SupGaleano en el Homenaje a los compañeros Luis Villoro Toranzo y Maestro Zapatista Galeano. 2 de mayo del 2015).

.- Apuntes de una vida (palabras del SupGaleano en el Homenaje a los compañeros Luis Villoro Toranzo y Maestro Zapatista Galeano. 2 de mayo del 2015).

 

Algo de lo que ha cambiado:

.- Economía Política I. Una mirada desde las comunidades zapatistas. Subcomandante Insurgente Moisés.

.- Economía Política II. Una mirada desde las comunidades zapatistas. Subcomandante Insurgente Moisés.

 

Hacia una genealogía de la lucha de las zapatistas:

.- La lucha como mujeres zapatistas que somos I. Comandanta Miriam.

.- La lucha como mujeres zapatistas que somos II. Comandanta Rosalinda.

.- La lucha como mujeres zapatistas que somos III. Comandanta Dalia.

.- La lucha como mujeres zapatistas que somos IV. Base de Apoyo Lizbeth.

.- La lucha como mujeres zapatistas que somos V. Escucha Selena.

.- Visión de los Vencidos. SupGaleano.

 

Apuntes de resistencia y rebeldía:

.- Resistencia y Rebeldía Zapatistas I. Subcomandante Insurgente Moisés.

.- Resistencia y Rebeldía Zapatistas II. Subcomandante Insurgente Moisés.

.- Resistencia y Rebeldía Zapatistas III. Subcomandante Insurgente Moisés.

 

II.- Nuestra mirada a la Hidra.

 

.- El Muro y la Grieta. Apuntes sobre el método zapatista. SupGaleano.

.- El Método, la Bibliografía y un Drone en las profundidades de las montañas del Sureste Mexicano. SupGaleano.

.- Medios, Tercios, Cuartos. SupGaleano.

.- Etcétera. SupGaleano.

.- La Genealogía del Crímen. SupGaleano.

.- Una Guerra Mundial. SupGaleano.

 

III.- Qué hacer:

.- Organizarse. Subcomandante Insurgente Moisés.

.- Más Semilleros. Subcomandante Insurgente Moisés y SupGaleano.

 

IV.- Signos y Señales:

(participación de algun@s compas Artistas Musiqueros y Gráficos).

subMARCOS: Entre la luz y la sombra

samedi, août 22nd, 2015

traduction française: http://www.lavoiedujaguar.net/Entre-ombre-et-lumiere

ENTRE LA LUZ Y LA SOMBRA.

En La Realidad, Planeta Tierra.

Mayo del 2014.

Compañera, compañeroa, compañero:

Buenas noches, tardes, días en cualesquiera que sea su geografía, su tiempo y su modo.

Buenas madrugadas.

Quisiera pedirles a las compañeras, compañeros y compañeroas de la Sexta que vienen de otras partes, especialmente a los medios libres compañeros, su paciencia, tolerancia y comprensión para lo que voy a decir, porque éstas serán mis últimas palabras en público antes de dejar de existir.

Me dirijo a ustedes y a quienes a través de ustedes nos escuchan y miran.

Tal vez al inicio, o en el transcurso de estas palabras vaya creciendo en su corazón la sensación de que algo está fuera de lugar, de que algo no cuadra, como si estuvieran faltando una o varias piezas para darle sentido al rompecabezas que se les va mostrando. Como que de por sí falta lo que falta.

Tal vez después, días, semanas, meses, años, décadas después se entienda lo que ahora decimos.

Mis compañeras y compañeros del EZLN en todos sus niveles no me preocupan, porque de por sí es nuestro modo acá: caminar, luchar, sabiendo siempre que siempre falta lo que falta.

Además de que, que no se ofenda nadie, la inteligencia de l@s compas zapatistas está muy por arriba del promedio.

Por lo demás, nos satisface y enorgullece que sea ante compañeras, compañeros y compañeroas, tanto del EZLN como de la Sexta, que se da a conocer esta decisión colectiva.

Y qué bueno que será por lo medios libres, alternativos, independientes, que este archipiélago de dolores, rabias y digna lucha que nos llamamos “la Sexta” tendrá conocimiento de esto que les diré, donde quiera que se encuentren.

Si a alguien más le interesa saber qué pasó este día tendrá que acudir a los medios libres para enterarse.

Va pues. Bienvenidas y bienvenidos a la realidad zapatista.

I.- Una decisión difícil.

Cuando irrumpimos e interrumpimos en 1994 con sangre y fuego, no iniciaba la guerra para nosotras, nosotros los zapatistas.

La guerra de arriba, con la muerte y la destrucción, el despojo y la humillación, la explotación y el silencio impuestos al vencido, ya la veníamos padeciendo desde siglos antes.

Lo que para nosotros inicia en 1994 es uno de los muchos momentos de la guerra de los de abajo contra los de arriba, contra su mundo.

Esa guerra de resistencia que día a día se bate en las calles de cualquier rincón de los cinco continentes, en sus campos y en sus montañas.

Era y es la nuestra, como la de muchos y muchas de abajo, una guerra por la humanidad y contra el neoliberalismo.

Contra la muerte, nosotros demandamos vida.
Contra el silencio, exigimos la palabra y el respeto.
Contra el olvido, la memoria.
Contra la humillación y el desprecio, la dignidad.
Contra la opresión, la rebeldía.
Contra la esclavitud, la libertad.
Contra la imposición, la democracia.
Contra el crimen, la justicia.

¿Quién con un poco de humanidad en las venas podría o puede cuestionar esas demandas?

Y en ese entonces muchos escucharon.

La guerra que levantamos nos dio el privilegio de llegar a oídos y corazones atentos y generosos en geografías cercanas y alejadas.

Faltaba lo que faltaba, y falta lo que falta, pero conseguimos entonces la mirada del otro, su oído, su corazón.

Entonces nos vimos en la necesidad de responder a una pregunta decisiva:

“¿Qué sigue?”

En las tétricas cuentas de la víspera no entraba la posibilidad de plantearnos pregunta alguna. Así que esa pregunta nos llevó a otras:

¿Preparar a los que siguen en la ruta de la muerte?

¿Formar más y mejores soldados?

¿Invertir empeños en mejorar nuestra maltrecha maquinaria de guerra?

¿Simular diálogos y disposición para la paz, pero seguir preparando nuevos golpes?

¿Matar o morir como único destino?

¿O debíamos reconstruir el camino de la vida, ése que habían roto y siguen rompiendo desde arriba?

El camino no sólo de los pueblos originarios, también de trabajadores, estudiantes, maestros, jóvenes, campesinos, además de todas las diferencias que se celebran arriba, y abajo se persiguen y se castigan.

¿Debíamos inscribir nuestra sangre en el camino que otros dirigen hacia el Poder o debíamos voltear el corazón y la mirada a los que somos y a los que son lo que somos, es decir los pueblos originarios, guardianes de la tierra y la memoria?

Nadie lo escuchó entonces, pero en los primeros balbuceos que fueron nuestras palabras advertimos que nuestro dilema no estaba entre negociar o combatir, sino entre morir o vivir.

Quien hubiera advertido entonces que ese temprano dilema no era individual, tal vez hubiera entendido mejor lo que ha ocurrido en la realidad zapatista los últimos 20 años.

Pero les decía yo que nos topamos con esa pregunta y ese dilema.

Y elegimos.

Y en lugar de dedicarnos a formar guerrilleros, soldados y escuadrones, preparamos promotores de educación, de salud, y se fueron levantando las bases de la autonomía que hoy maravilla al mundo.

En lugar de construir cuarteles, mejorar nuestro armamento, levantar muros y trincheras, se levantaron escuelas, se construyeron hospitales y centros de salud, mejoramos nuestras condiciones de vida.

En lugar de luchar por ocupar un lugar en el Partenón de las muertes individualizadas de abajo, elegimos construir la vida.

Esto en medio de una guerra que no por sorda era menos letal.

Porque, compas, una cosa es gritar “no están solos” y otra enfrentar sólo con el cuerpo una columna blindada de tropas federales, como ocurrió en la zona de Los Altos de Chiapas, y a ver si hay suerte y alguien se entera, y a ver si hay un poco más de suerte y el que se entera se indigna, y otro poco más de suerte y el que se indigna hace algo.

En el entretanto, las tanquetas son frenadas por las mujeres zapatistas, y a falta de parque fue con mentadas de madre y piedras que la serpiente de acero tuvo que echarse para atrás.

Y en la zona norte de Chiapas, padecer el nacimiento y desarrollo de las guardias blancas, recicladas entonces como paramilitares; y en la zona Tzotz Choj las agresiones continuas de organizaciones campesinas que de “independientes” a veces ni el nombre tienen; y en la zona de la Selva Tzeltal la combinación de paramilitares y contras.

Y una cosa es gritar “todos somos marcos” o “no todos somos marcos”, según el caso o cosa, y otra la persecución con toda la maquinaria de guerra, la invasión de poblados, el “peinado” de montañas, el uso de perros adiestrados, las aspas de los helicópteros artillados alborotando los copetes de las ceibas, el “vivo o muerto” que nació en los primeros días de enero de 1994 y alcanzó su nivel más histérico en 1995 y el resto del sexenio del ahora empleado de una trasnacional, y que esta zona de Selva Fronteriza padeció desde 1995 y a la que se suma después la misma secuencia de agresiones de organizaciones campesinas, uso de paramilitares, militarización, hostigamiento.

Si hay algún mito en todo esto no es el pasamontañas, sino la mentira que repiten desde esos días, incluso retomada por personas con altos estudios, de que la guerra contra los zapatistas sólo duró 12 días.

No haré un recuento detallado. Alguien con un poco de espíritu crítico y seriedad puede reconstruir la historia, y sumar y restar para sacar la cuenta, y decir si fueron y son más los reporteros que los policías y soldados; si fueron más los halagos que las amenazas e insultos, si el precio que se ponía era para ver el pasamontañas o para capturarlo “vivo o muerto”.

En esas condiciones, algunas veces sólo con nuestras fuerzas y otras con el apoyo generoso e incondicional de gente buena de todo el mundo, se fue avanzando en la construcción aún inacabada, es cierto, pero ya definida de lo que somos.

No es entonces una frase, afortunada o desafortunada, según se le vea desde arriba o desde abajo, la de “aquí estamos los muertos de siempre, muriendo de nuevo, pero ahora para vivir”. Es la realidad.

Y casi 20 años después…

El 21 de diciembre del 2012, cuando la política y el esoterismo coincidían, como otras veces, en predicar catástrofes que siempre son para los de siempre, los de abajo, repetimos el golpe de mano del 1 de enero del 94 y, sin disparar ni un solo tiro, sin armas, con nuestro solo silencio, postramos de nuevo la soberbia de las ciudades cuna y nido del racismo y el desprecio.

Si el primero de enero de 1994, miles de hombres y mujeres sin rostro atacaron y rindieron las guarniciones que protegían las ciudades, el 21 de diciembre del 2012 fueron decenas de miles que tomaron sin palabras los edificios desde donde se celebraba nuestra desaparición.

El sólo hecho inapelable de que el EZLN no sólo no se había debilitado, mucho menos desaparecido, sino que había crecido cuantitativa y cualitativamente hubiera bastado para que cualquier mente medianamente inteligente se diera cuenta de que, en esos 20 años, algo había cambiado al interior del EZLN y de las comunidades.

Tal vez más de alguno piense que nos equivocamos al elegir, que un ejército no puede ni debe empeñarse en la paz.

Por muchas razones, cierto, pero la principal era y es porque de esa forma terminaríamos por desaparecer.

Tal vez es cierto. Tal vez nos equivocamos al elegir cultivar la vida en lugar de adorar a la muerte.

Pero nosotros elegimos no escuchando a los de afuera. No a quienes siempre demandan y exigen la lucha a muerte, mientras los muertos los pongan otros.

Elegimos mirándonos y escuchándonos, siendo el Votán colectivo que somos.

Elegimos la rebeldía, es decir, la vida.

Eso no quiere decir que no supiéramos que la guerra de arriba trataría y trata de imponer de nuevo su dominio sobre nosotros.

Supimos y sabemos que una y otra vez habremos de defender lo que somos y como somos.

Supimos y sabemos que seguirá habiendo muerte para que haya vida.

Supimos y sabemos que para vivir, morimos.

II.- ¿Un fracaso?

Dicen por ahí que no hemos logrado nada para nosotros.

No deja de sorprender que se maneje con tanto desparpajo esta posición.

Piensan que los hijos e hijas de los comandantes y comandantas deberían disfrutar de viajes al extranjero, de estudios en escuelas privadas y luego de altos puestos en la empresa o la política. Que en lugar de trabajar la tierra para arrancarle con sudor y empeño el alimento, deberían lucirse en las redes sociales divirtiéndose en los antros, exhibiendo lujos.

Tal vez los subcomandantes deberían procrear y heredar a sus descendientes los cargos, las prebendas, los templetes, como hacen los políticos de todo el espectro.

Tal vez deberíamos, como los dirigentes de la CIOAC-H y de otras organizaciones campesinas, recibir privilegios y paga en proyectos y apoyos, quedarnos con la mayor parte y dejar a las bases sólo unas migajas, a cambio de que cumplan las órdenes criminales que vienen de más arriba.

Pero es cierto, no hemos logrado nada de eso para nosotros.

Difícil de creer que, 20 años después de aquel “nada para nosotros”, resultara que no era una consigna, una frase buena para carteles y canciones, sino una realidad, la realidad.

Si el ser consecuentes es un fracaso, entonces la incongruencia es el camino del éxito, la ruta al Poder.

Pero nosotros no queremos ir para allá.

No nos interesa.

En esos parámetros preferimos fracasar que triunfar.

III.- El relevo.

En estos 20 años ha habido un relevo múltiple y complejo en el EZLN.

Algunos han advertido sólo el evidente: el generacional.

Ahora están haciendo la lucha y dirigiendo la resistencia quienes eran pequeños o no habían nacido al inicio del alzamiento.

Pero algunos estudiosos no se han percatado de otros relevos:

El de clase: del origen clase mediero ilustrado, al indígena campesino.

El de raza: de la dirección mestiza a la dirección netamente indígena.

Y el más importante: el relevo de pensamiento: del vanguardismo revolucionario al mandar obedeciendo; de la toma del Poder de Arriba a la creación del poder de abajo; de la política profesional a la política cotidiana; de los líderes, a los pueblos; de la marginación de género, a la participación directa de las mujeres; de la burla a lo otro, a la celebración de la diferencia.

No me extenderé más sobre esto, porque ha sido precisamente el curso “La Libertad según l@s zapatistas” la oportunidad de constatar si en territorio organizado vale más el personaje que la comunidad.

En lo personal no entiendo por qué gente pensante que afirma que la historia la hacen los pueblos, se espante tanto ante la existencia de un gobierno del pueblo donde no aparecen los “especialistas” en ser gobierno.

¿Por qué les da terror el que sean los pueblos los que manden, los que dirijan sus pasos propios?

¿Por qué mueven la cabeza con desaprobación frente al mandar obedeciendo?

El culto al individualismo encuentra en el culto al vanguardismo su extremo más fanático.

Y ha sido eso precisamente, el que los indígenas manden y que ahora un indígena sea el vocero y jefe, lo que los aterra, los aleja, y finalmente se van para seguir buscando alguien que precise de vanguardias, caudillos y líderes. Porque también hay racismo en la izquierda, sobre todo en la que se pretende revolucionaria.

El ezetaelene no es de ésos. Por eso no cualquiera puede ser zapatista.

IV.- Un holograma cambiante y a modo. Lo que no será.

Antes del amanecer de 1994, pasé 10 años en estas montañas. Conocí y traté personalmente a algunos en cuya muerte morimos un mucho. Conozco y trato desde entonces con otros y otras más que hoy están aquí como nosotros.

Muchas madrugadas me encontré a mí mismo tratando de digerir las historias que me contaban, los mundos que dibujaban con silencios, manos y miradas, su insistencia en señalar algo más allá.

¿Era un sueño el mundo ése, tan otro, tan lejano, tan ajeno?

A veces pensé que se habían adelantado, que las palabras que nos guiaron y guían venían de tiempos para los que no habían aún calendarios, perdidos como estaban en geografías imprecisas: siempre el sur digno omnipresente en todos los puntos cardinales.

Luego supe que no me hablaban de un mundo inexacto y, por lo tanto, improbable.

Ese mundo ya andaba con su paso.

Ustedes, ¿no lo vieron? ¿No lo ven?

No hemos engañado a nadie de abajo. No escondemos que somos un ejército, con su estructura piramidal, su centro de mando, sus decisiones de arriba hacia abajo. No por congraciarnos con libertarios o por moda negamos lo que somos.

Pero cualquiera puede ver ahora si el nuestro es un ejército que suplante o impone.

Y debo decir esto, que ya he pedido la autorización del compañero Subcomandante Insurgente Moisés para hacerlo:

Nada de lo que hemos hecho, para bien o para mal, hubiera sido posible si un ejército armado, el zapatista de liberación nacional, no se hubiera alzado contra el mal gobierno ejerciendo el derecho a la violencia legítima. La violencia del de abajo frente a la violencia del de arriba.

Somos guerreros y como tales sabemos cuál es nuestro papel y nuestro momento.

En la madrugada del día primero del primer mes del año de 1994, un ejército de gigantes, es decir, de indígenas rebeldes, bajó a las ciudades para con su paso sacudir el mundo.

Apenas unos días después, con la sangre de nuestros caídos aún fresca en las calles citadinas, nos dimos cuenta de que los de afuera no nos veían.

Acostumbrados a mirar desde arriba a los indígenas, no alzaban la mirada para mirarnos.

Acostumbrados a vernos humillados, su corazón no comprendía nuestra digna rebeldía.

Su mirada se había detenido en el único mestizo que vieron con pasamontañas, es decir, que no miraron.

Nuestros jefes y jefas dijeron entonces:

“Sólo lo ven lo pequeño que son, hagamos a alguien tan pequeño como ellos, que a él lo vean y por él nos vean”

Empezó así una compleja maniobra de distracción, un truco de magia terrible y maravillosa, una maliciosa jugada del corazón indígena que somos, la sabiduría indígena desafiaba a la modernidad en uno de sus bastiones: los medios de comunicación.

Empezó entonces la construcción del personaje llamado “Marcos”.

Les pido que me sigan en este razonamiento:

Supongamos que es posible otra forma de neutralizar a un criminal. Por ejemplo, creándole su arma homicida, hacerle creer que es efectiva, conminarlo a construir, en base a esa efectividad, todo su plan, para, en el momento en que se prepara para disparar, el “arma” vuelva a ser lo que siempre fue: una ilusión.

El sistema entero, pero sobre todo sus medios de comunicación, juegan a construir famas para luego destruirlas si no se pliegan a sus designios.

Su poder residía (ya no, han sido desplazados en eso por las redes sociales) en decidir qué y quién existía en el momento en que elegían qué nombraban y qué callaban.

En fin, no me hagan mucho caso, como se ha demostrado en estos 20 años, yo no sé nada de medios masivos de comunicación.

El caso es que el SupMarcos pasó de ser un vocero a ser un distractor.

Si el camino de la guerra, es decir, de la muerte, nos había tomado 10 años; el de la vida tomó más tiempo y requirió más esfuerzo, por no hablar de sangre.

Porque, aunque no lo crean, es más fácil morir que vivir.

Necesitábamos tiempo para ser y para encontrar a quien supiera vernos como lo que somos.

Necesitábamos tiempo para encontrar a quien nos viera no hacia arriba, no hacia abajo, que de frente nos viera, que nos viera con mirada compañera.

Les decía que empezó entonces la construcción del personaje.

Marcos un día tenía los ojos azules, otro día los tenía verdes, o cafés, o miel, o negros, todo dependiendo de quién hiciera la entrevista y tomara la foto. Así fue reserva en equipos de futbol profesional, empleado en tiendas departamentales, chofer, filósofo, cineasta, y los etcéteras que pueden encontrar en los medios de paga de esos calendarios y en diversas geografías. Había un Marcos para cada ocasión, es decir, para cada entrevista. Y no fue fácil, créanme, no había entonces wikipedia y si venían del Estado Español tenía que investigar si el corte inglés, por ejemplo, era un corte de traje típico de Inglaterra, una tienda de abarrotes, o una tienda departamental.

Si me permiten definir a Marcos el personaje entonces diría sin titubear que fue una botarga.

Digamos que, para que me entiendan, Marcos era un Medio No Libre (ojo: que no es lo mismo que ser un medio de paga).

En la construcción y mantenimiento del personaje tuvimos algunos errores.

“Es de humanos el herrar”, dijo el herrero.

Durante el primer año agotamos, como quien dice, el repertorio de “Marcos” posibles. Así que para inicios de 1995 estábamos en apuros y el proceso de los pueblos estaba en sus primeros pasos.

Así que en 1995 ya no sabíamos cómo hacerle. Pero entonces es cuando Zedillo, con el PAN de la mano, “descubre” a Marcos con el mismo método científico con que encuentra osamentas, es decir, por delación esotérica.

La historia del tampiqueño nos dio aire, aunque el fraude posterior de la Paca de Lozano nos hizo temer que la prensa de paga cuestionara también el “desenmascaramiento” de Marcos y descubriera que era un fraude más. Afortunadamente no fue así. Como ésa, los medios siguieron tragando otras ruedas de molino semejantes.

Un tiempo después el tampiqueño llegó a estas tierras. Junto con el Subcomandante Insurgente Moisés, hablamos con él. Le ofrecimos entonces dar una conferencia conjunta, así podría él librarse de la persecución puesto que sería evidente que no eran Marcos y él la misma persona. No quiso. Vino a vivir acá. Salió algunas veces y su rostro puede encontrarse en las fotografías de los velorios de sus padres. Si quieren pueden entrevistarlo. Ahora vive en una comunidad, en…. Ah, no quiere que sepan dónde mero vive. No diremos nada más para que él, si así lo desea algún día, pueda contar la historia que vivió desde el 9 de febrero de 1995. Por nuestra parte sólo nos queda agradecerle que nos haya pasado datos que cada tanto usamos para alimentar la “certeza” de que el SupMarcos no es lo que es en realidad, es decir, una botarga o un holograma, sino un profesor universitario, originario del ahora doloroso Tamaulipas.

En el entretanto seguíamos buscando, buscándolas, buscándolos a ustedes, a quienes ahora están aquí y a quienes no están aquí pero están.

Lanzamos una y otra iniciativas para encontrar al otro, a la otra, a lo otro compañero. Diferentes iniciativas, tratando de encontrar la mirada y el oído que necesitamos y merecemos.

En el entretanto, seguía el avance de los pueblos y el relevo del que se ha hablado mucho o poco, pero que se puede constatar directamente, sin intermediarios.

En la búsqueda de lo otro, una y otra vez fracasamos.

A quien encontrábamos o nos quería dirigir o quería que lo dirigiéramos.

Había quienes se acercaban y lo hacían con el afán de usarnos, o para mirar hacia atrás, sea con la nostalgia antropológica, sea con la nostalgia militante.

Así para unos éramos comunistas, para otros trotskistas, para otros anarquistas, para otros maoístas, para otros milenaristas, y ahí les dejo varios “istas” para que pongan lo que sea de su conocimiento.

Así fue hasta la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, la más audaz y la más zapatista de las iniciativas que hemos lanzado hasta ahora.

Con la Sexta al fin hemos encontrado quien nos mira de frente y nos saluda y abraza, y así se saluda y abraza.

Con la Sexta al fin los encontramos a ustedes.

Por fin, alguien que entendía que no buscábamos ni pastores que nos guiaran, ni rebaños a los cuales conducir a la tierra prometida. Ni amos ni esclavos. Ni caudillos ni masas sin cabeza.

Pero faltaba ver si era posible que miraran y escucharan lo que siendo somos.

Al interior, el avance de los pueblos había sido impresionante.

Entonces vino el curso “La Libertad según l@s zapatistas”.

En 3 vueltas, nos dimos cuenta de que ya había una generación que podía mirarnos de frente, que podía escucharnos y hablarnos sin esperar guía o liderazgo, ni pretender sumisión ni seguimiento.

Marcos, el personaje, ya no era necesario.

La nueva etapa en la lucha zapatista estaba lista.

Pasó entonces lo que pasó y muchas y muchos de ustedes, compañeras y compañeros de la Sexta, lo conocen de manera directa.

Podrán decir luego que lo del personaje fue ocioso. Pero una revisión honesta de esos días dirá de cuántas y cuántos voltearon a mirarnos, con agrado o desagrado, por los desfiguros de una botarga.

Así que el relevo de mando no se da por enfermedad o muerte, ni por desplazamiento interno, purga o depuración.

Se da lógicamente de acuerdo a los cambios internos que ha tenido y tiene el EZLN.

Sé que eso no cuadra con los esquemas cuadrados que en los distintos arriba hay, pero eso la verdad nos tiene sin cuidado.

Y si esto arruina la perezosa y pobre elaboración de los rumorólogos y zapatólogos de Jovel, pues ni modos.

Ni estoy ni he estado enfermo, ni estoy ni he estado muerto.

O sí, aunque tantas veces me mataron, tantas veces me morí, y de nuevo estoy aquí.

Si alentamos esos rumores fue porque así convenía.

El último gran truco del holograma fue simular enfermedad terminal, e incluso todas las muertes que ha padecido.

Por cierto, lo de “si su salud lo permite”, que el Subcomandante Insurgente Moisés usó en el comunicado anunciando la compartición con el CNI, era un equivalente a “si el pueblo lo pide” o “si las encuestas me favorecen” o “si dios me da licencia” u otros lugares comunes que han sido la muletilla en la clase política en los últimos tiempos.

Si me permiten un consejo: deberían cultivar un poco el sentido del humor, no sólo por salud mental y física, también porque sin sentido del humor no van a entender al zapatismo. Y el que no entiende, juzga; y el que juzga, condena.

En realidad ésa ha sido la parte más sencilla del personaje. Para alimentar el rumor sólo fue necesario decirle a algunas personas en específico: “te voy a decir un secreto pero prométeme que no se lo vas a contar nadie”.

Por supuesto que lo contaron.

Los principales colaboradores involuntarios del rumor de enfermedad y muerte han sido los “expertos en zapatología” que en la soberbia Jovel y en la caótica Ciudad de México presumen su cercanía con el zapatismo y el profundo conocimiento que de él tienen, además, claro, de los policías que también cobran como periodistas, de los periodistas que cobran como policías, y de l@s periodistas que sólo cobran, y mal, como periodistas.

Gracias a todas y todos ellos y ellas. Gracias por su discreción. Hicieron exactamente como suponíamos que iban a hacer. Lo único malo de todo esto, es que dudo que ahora alguien les confíe ningún secreto.

Es nuestra convicción y nuestra práctica que para rebelarse y luchar no son necesarios ni líderes ni caudillos ni mesías ni salvadores. Para luchar sólo se necesitan un poco de vergüenza, un tanto de dignidad y mucha organización.

Lo demás, o sirve al colectivo o no sirve.

Ha sido particularmente cómico lo que el culto al individuo ha provocado en los politólogos y analistas de arriba. Ayer dijeron que el futuro de este pueblo mexicano dependía de la alianza de 2 personalidades. Antier dijeron que Peña Nieto se independizaba de Salinas de Gortari, sin darse cuenta de que, entonces, si criticaban a Peña Nieto, se ponían del lado de Salinas de Gortari; y que si criticaban a éste último, apoyaban a Peña Nieto. Ahora dicen que hay que optar por un bando en la lucha de arriba por el control de las telecomunicaciones, así que o estás con Slim o estás con Azcárraga-Salinas. Y más arriba, o con Obama o con Putin.

Quienes hacia arriba suspiran y miran pueden seguir buscando su líder; pueden seguir pensando que ahora sí se van a respetar los resultados electorales; que ahora sí Slim va a apoyar la opción electoral de izquierda; que ahora sí en Game of Thrones van a aparecer los dragones y las batallas; que ahora sí en la serie televisiva The Walking Dead, Kirkman se va a apegar al comic; que ahora sí las herramientas hechas en china no se van a quebrar a la primera vuelta; que ahora sí el futbol va a ser deporte y no negocio.

Y sí, puede que en algunos de los casos sí le atinen, pero no hay que olvidar que en todos ellos son meros espectadores, es decir, consumidores pasivos.

Quienes amaron y odiaron al SupMarcos ahora saben que han odiado y amado a un holograma. Sus amores y odios han sido, pues, inútiles, estériles, vacíos, huecos.

No habrá entonces casa-museo o placas de metal en donde nací y crecí. Ni habrá quien viva de haber sido el subcomandante Marcos. Ni se heredará su nombre ni su cargo. No habrán viajes todo pagado para dar pláticas en el extranjero. No habrá traslado ni atención en hospitales de lujo. No habrán viudas ni hereder@s. No habrán funerales, ni honores, ni estatuas, ni museos, ni premios, ni nada de lo que el sistema hace para promover el culto al individuo y para menospreciar al colectivo.

El personaje fue creado y ahora sus creadores, los zapatistas y las zapatistas, lo destruimos.

Si alguien entiende esta lección que dan nuestras compañeras y compañeros, habrá entendido uno de los fundamentos del zapatismo.

Así que en los últimos años ha pasado lo que ha pasado.

Entonces vimos que la botarga, el personaje, el holograma pues, ya no era necesario.

Una y otra vez planeamos, y una y otra vez esperamos el momento indicado: el calendario y la geografía precisas para mostrar lo que en verdad somos a quienes son en verdad.

Entonces llegó Galeano con su muerte a marcarnos la geografía y el calendario: “aquí, en La Realidad; ahora: en el dolor y la rabia

V.- El dolor y la Rabia. Susurros y gritos.

Cuando llegamos al caracol aquí en La Realidad, sin que nadie nos lo dijera empezamos a hablar en susurros.

Quedo hablaba nuestro dolor, quedito nuestra rabia.

Como si tratáramos de evitar que al Galeano lo ahuyentaran los ruidos, los sonidos que le eran ajenos.

Como si nuestras voces y pasos lo llamaran.

Espera compa”, decía nuestro silencio.

No te vayas”, susurraban las palabras.

Pero hay otros dolores y otras rabias.

Ahora mismo, en otros rincones de México y del mundo, un hombre, una mujer, unoa otroa, un niño, una niña, un anciano, una anciana, una memoria, es golpeada a mansalva, rodeada por el sistema hecho crimen voraz, es garroteada, macheteada, baleada, rematada, arrastrada entre burlas, abandonada, recuperado y velado su cuerpo, enterrada su vida.

Sólo algunos nombres:

Alexis Benhumea, asesinado en el Estado de México.
Francisco Javier Cortés, asesinado en el Estado de México.
Juan Vázquez Guzmán, asesinado en Chiapas.
Juan Carlos Gómez Silvano, asesinado en Chiapas.
El compa Kuy, asesinado en el DF.
Carlo Giuliani, asesinado en Italia.
Aléxis Grigoropoulos, asesinado en Grecia.
Wajih Wajdi al-Ramahi, asesinado en un Campo de refugiados en la ciudad cisjordana de Ramala. 14 años, asesinado de un tiro en la espalda desde un puesto de observación del ejército israelí, no había marchas, ni protestas ni nada en la calle.
Matías Valentín Catrileo Quezada, mapuche asesinado en Chile.
Teodulfo Torres Soriano, compa de la Sexta desaparecido en la Ciudad de México.
Guadalupe Jerónimo y Urbano Macías, comuneros de Cherán, asesinados en Michoacán.
Francisco de Asís Manuel, desaparecido en Santa María Ostula
Javier Martínes Robles, desaparecido en Santa María Ostula
Gerardo Vera Orcino, desaparecido en Santa María Ostula
Enrique Domínguez Macías, desaparecido en Santa María Ostula
Martín Santos Luna, desaparecido en Santa María Ostula
Pedro Leyva Domínguez, asesinado en Santa María Ostula.
Diego Ramírez Domínguez, asesinado en Santa María Ostula.
Trinidad de la Cruz Crisóstomo, asesinado en Santa María Ostula.
Crisóforo Sánchez Reyes, asesinado en Santa María Ostula.
Teódulo Santos Girón, desparecido en Santa María Ostula.
Longino Vicente Morales, desaparecido en Guerrero.
Víctor Ayala Tapia, desaparecido en Guerrero.
Jacinto López Díaz “El Jazi”, asesinado en Puebla.
Bernardo Vázquez Sánchez, asesinado en Oaxaca
Jorge Alexis Herrera, asesinado en Guerrero.
Gabriel Echeverría, asesinado en Guerrero.
Edmundo Reyes Amaya, desaparecido en Oaxaca.
Gabriel Alberto Cruz Sánchez, desaparecido en Oaxaca.
Juan Francisco Sicilia Ortega, asesinado en Morelos.
Ernesto Méndez Salinas, asesinado en Morelos.
Alejandro Chao Barona, asesinado en Morelos.
Sara Robledo, asesinada en Morelos.
Juventina Villa Mojica, asesinada en Guerrero.
Reynaldo Santana Villa, asesinado en Guerrero.
Catarino Torres Pereda, asesinado en Oaxaca.
Bety Cariño, asesinada en Oaxaca.
Jyri Jaakkola, asesinado en Oaxaca.
Sandra Luz Hernández, asesinada en Sinaloa.
Marisela Escobedo Ortíz, asesinada en Chihuahua.
Celedonio Monroy Prudencio, desaparecido en Jalisco.
Nepomuceno Moreno Nuñez, asesinado en Sonora.

Los y las migrantes desparecidas forzosamente y probablemente asesinadas en cualquier rincón del territorio mexicano.

Los presos a quienes se quiere matar en vida: Mumia Abu Jamal, Leonard Peltier, los Mapuche, Mario González, Juan Carlos Flores.

El continuo entierro de voces que vida fueron, silenciadas por el caer de la tierra y el cerrarse de las rejas.

Y la burla mayor es que, en cada paletada de tierra que arroja el esbirro en turno, el sistema va diciendo: “no vales, no importas, nadie te llora, a nadie le da rabia tu muerte, nadie sigue tu paso, nadie levanta tu vida

Y con la última paletada sentencia: “aunque agarren y castiguen a los que te matamos, siempre encontraré otro, otra, otros, que de nuevo te embosquen y repitan la danza macabra que acabó con tu vida

Y dice “Tu justicia pequeña, enana, fabricada para que los medios de paga simulen y obtengan un poco de calma para frenar el caos que se les viene encima, no me espanta, no me daña, no me castiga

¿Qué le decimos a ese cadáver al que, en cualquier rincón del mundo de abajo, se le entierra en el olvido?

¿Que sólo nuestros dolor y rabia cuentan?

¿Que sólo nuestro coraje importa?

¿Que mientras susurramos nuestra historia, no escuchamos su grito, su alarido?

Tiene tantos nombres la injusticia y son tantos los gritos que provoca.

Pero nuestro dolor y nuestra rabia no nos impiden escuchar.

Y nuestros susurros no son sólo para lamentar la caída de nuestros muertos injustamente.

Son para así poder escuchar a otros dolores, hacer nuestras otras rabias y seguir así en el complicado, largo y tortuoso camino de hacer de todo eso un alarido que se transforme en lucha libertadora.

Y no olvidar que, mientras alguien susurra, alguien grita.

Y sólo el oído atento puede escuchar

Mientras hablamos y escuchamos ahora, alguien grita de dolor, de rabia.

Y así como hay que aprender a dirigir la mirada, la escucha debe encontrar el rumbo que la haga fértil.

Porque mientras alguien descansa, hay quien sigue cuesta arriba.

Para mirar ese empeño, basta bajar la mirada y elevar el corazón.

¿Pueden?

¿Podrán?

La justicia pequeña se parece tanto a la venganza. La justicia pequeña es la que reparte impunidad, pues al castigar a uno, absuelve a otros.

La que queremos nosotros, por la que luchamos, no se agota en encontrar a los asesinos del compa Galeano y ver que reciban su castigo (que así será, que nadie se llame a engaño).

La búsqueda paciente y porfiada busca la verdad, no el alivio de la resignación.

La justicia grande tiene qué ver con el compañero Galeano enterrado.

Porque nosotros nos preguntamos no qué hacemos con su muerte, sino qué debemos hacer con su vida.

Disculpen si entro en el pantanoso terreno de los lugares comunes, pero ese compañero no merecía morir, no así.

Todo su empeño, su sacrificio cotidiano, puntual, invisible para quien no fuera nosotros, fue por la vida.

Y sí les puedo decir que fue un ser extraordinario y además, y esto es lo que maravilla, hay miles de compañeras y compañeros como él en las comunidades indígenas zapatistas, con el mismo empeño, idéntico compromiso, igual claridad y un único destino: la libertad.

Y haciendo cuentas macabras: si alguien merece la muerte es quien no existe ni ha existido, como no sea en la fugacidad de los medios de comunicación de paga.

Ya nos ha dicho nuestro compañero jefe y vocero del EZLN, el Subcomandante Insurgente Moisés, que al asesinar a Galeano, o a cualquiera de los zapatistas, los de arriba querían asesinar al EZLN.

No como ejército, sino como rebelde necio que construye y levanta vida donde ellos, los de arriba, desean el páramo de las industrias mineras, petroleras, turísticas, la muerte de la tierra y de quienes la habitan y trabajan.

Y ha dicho que hemos venido, como Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, a desenterrar a Galeano.

Pensamos que es necesario que uno de nosotros muera para que Galeano viva.

Y para que esa impertinente que es la muerte quede satisfecha, en su lugar de Galeano ponemos otro nombre para que Galeano viva y la muerte se lleve no una vida, sino un nombre solamente, unas letras vaciadas de todo sentido, sin historia propia, sin vida.

Así que hemos decidido que Marcos deje de existir hoy.

Lo llevarán de la mano sombra el guerrero y lucecita para que no se pierda en el camino, Don Durito se irá con él, lo mismo que el Viejo Antonio.

No lo extrañarán las niñas y niños que antes se juntaban para escuchar sus cuentos, pues ya son grandes, ya tienen juicio, ya luchan como el que más por la libertad, la democracia y la justicia, que son la tarea de cualquier zapatista.

El gato-perro, y no un cisne, entonará ahora el canto de despedida.

Y al final, quienes entiendan, sabrán que no se va quien nunca estuvo, ni muere quien no ha vivido.

Y la muerte se irá engañada por un indígena con el nombre de Galeano en la lucha, y en esas piedras que han colocado en su tumba volverá a andar y a enseñar, a quien se deje, lo básico del zapatismo, es decir, no venderse, no rendirse, no claudicar.

¡Ah la muerte! Como si no fuera evidente que a los de arriba los libera de toda corresponsabilidad, más allá de la oración fúnebre, el homenaje gris, la estatua estéril, el museo controlador.

¿A nosotros? Bueno, pues a nosotros la muerte nos compromete por lo que tiene de vida.

Así que aquí estamos, burlando a la muerte en la realidad.

Compas:

Dicho todo lo anterior, siendo las 0208 del 25 de mayo del 2014 en el frente de combate suroriental del EZLN, declaro que deja de existir el conocido como Subcomandante Insurgente Marcos, el autodenominado “subcomandante de acero inoxidable”.

Eso es.

Por mi voz ya no hablará la voz del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Vale. Salud y hasta nunca… o hasta siempre, quien entendió sabrá que eso ya no importa, que nunca ha importado.

Desde la realidad zapatista.

Subcomandante Insurgente Marcos.
México, 24 de mayo del 2014.

P.D.1.- ¿“Game is over”?
P.D.2.- ¿Jaque Mate?
P.D.3.- ¿Touché?
P.D. 4.- Ahí se ven, raza, y manden tabaco.
P.D. 5.- Mmh… así que esto es el infierno… ¡Ése Piporro, Pedro, José Alfredo! ¿Cómo? ¿Por machistas? Nah, no lo creo, si yo nunca…
P.D.-6.- O sea que como quien dice, sin la botarga, ¿ya puedo andar desnudo?
P.D. 7.- Oigan, está muy oscuro acá, necesito una lucecita.

(…)

(se escucha una voz en off)

Buenas madrugadas tengan compañeras y compañeros. Mi nombre es Galeano, Subcomandante Insurgente Galeano.

¿Alguien más se llama Galeano?

(se escuchan voces y gritos)

Ah, tras que por eso me dijeron que cuando volviera a nacer, lo haría en colectivo.

Sea pues.

Buen viaje. Cuídense, cuídenos.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Galeano.

México, mayo del 2014.

Sub MARCOS ‘escritor’: « Esto de la patria… »

vendredi, août 7th, 2015
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Semillitas Zapatistas a partagé la photo de Raúl Rovira.

Raúl Rovira avec Maya Vásquez et 4 autres personnes

Subcomandante Marcos por Juan Gelman…

Régis Debray lo considera el mejor escritor latinoamericano. Desde antípodas políticas, Octavio Paz ha elogiado su escritura. Pero el subcomandante Marcos, habla con timidez de su condición de escritor. “Más fácil sería con un mate”, dijo en uniforme guerrillero y pasamontañas que sólo confía al aire los ojos y parte de una nariz objeto de su autoburla constante. La máscara no atenúa la clara emanación de juventud. Es un fenómeno raro, sin antecedentes conocidos en el mundo: su fama de escritor dimana de la prosa que vuelca en los comunicados que firma en nombre del EZLN. Son textos políticos que han llevado de la guerra de verdad, a la guerra de palabras; pero el subcomandante les añade paseos de ficción en las posdatas. Donde ha aparecido hace meses el personaje Durito, un escarabajo que se proclama Caballero Andante de la Selva Lacandona y tiene a Marcos de escudero. Ambos dialogan como el Quijote y Sancho Panza sobre las materias más diversas y de política además. El Nobel mexicano [Octavio Paz] calificó a Durito de invención literaria memorable. La entrevista con el subcomandante insurgente del EZLN se realizó en el marco del Encuentro Continental Americano por la Humanidad y contra el Neoliberalismo, en algún lugar de la Selva Lacandona, y allí el jefe militar zapatista reveló que siempre le ha gustado escribir.

Subcomandante Marcos ..

Esto de la patria, es algo difícil de explicar, eso del amor a la patria, nos enseñaron a saludar a la bandera, ponerse de pie al escuchar el Himno Nacional, silbar como quien se va alejando, pero, tras de aquella colina también hay patria y nadie nos ve; nos enseñaron que el amor a la patria es usar sombrero de charro, gritar « Viva-arriba México! » aunque México este abajo-muerto, pero no, bajo esta tierra también, ahí hay patria y nadie nos oye, nos enseñaron que a la patria se le ama, a balazos y sonriendo.

EZLN: Seminario “El pensamiento crítico frente a la hidra capitalista” – día 6

lundi, juin 15th, 2015

8 de mayo de 2015, Cideci

Viernes 8 de mayo. CIDECI. Mañana.

Philippe Corcuff (video):

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Donovan Hernández:

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22:02

Jorge Alonso – Realidad, proyecto, experiencia y anhelo:

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36:12

Raúl Zibechi :

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36:58

Carlos Aguirre Rojas – Revolucionar el poder desde abajo:

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Subcomandante Insurgente Moisés:

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1:11:21

Viernes 8 de mayo. CIDECI. Tarde.

Hugo Blanco (video):

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Xuno López :

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Juan Carlos Mijangos:

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46:48

Óscar Olivera (video):

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Carlos González:

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49:55

Subcomandante Insurgente Galeano – Etcétera:

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1:26:16
§
Publicado en: Audio, Chiapas, Radio Zapatista

EZLN: Seminario “El pensamiento crítico frente a la hidra capitalista” – día 5

lundi, juin 15th, 2015

7 de mayo de 2015, CIDECI

Crónica: Mujeres de pie

Jueves 7 de mayo, CIDECI. Mañana.

Juan Wahren – De dudas y aperturas mentales:

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30:50

Arturo Anguiano – Despojo de lo político y maneras de recobrarlo:

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33:48

Paulina Fernández – Justicia zapatista:

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28:52

Marcos Roitman (escrito):

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32:21

Subcomandante Insurgente Galeano:

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Subcomandante Insurgente Moisés:

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51:24

Jueves 7 de mayo, CIDECI. Tarde.

Daniel Inclán – Pedagogía de la crueldad, o cómo la violencia se hace cotidiana:

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28:19

Gustavo Esteva:

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41:04

Manuel Rozental:

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37:01

Sergio Tischler:

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49:56

Diario Modernindad Democrática, del Movimiento de Liberación Kurda – La modernidad democrática contra la modernidad capitalista (participación escrita):

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25:04

John Holloway:

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31:23

Subcomandante Insurgente Moisés: Resistencia y Rebeldía II (lee aquí):

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53:00
 §
Publicado en: Audio, Chiapas, Radio Zapatista

EZLN: Seminario “El pensamiento crítico frente a la hidra capitalista” – día 4

lundi, juin 15th, 2015

6 de mayo de 2015 – CIDECI

Crónica: “Con el amor más feroz” luchamos creando

Crónica: Mujeres de pie

Miércoles 6 de mayo. CIDECI. Mañana.

Gilberto López y Rivas:

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41:25

Immanuel Wallerstein – Los movimientos antisistémicos y el futuro del capitalismo (escrito):

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52:41

Pablo González Casanova – Crisis terminal del capitalismo o crisis terminal de la humanidad (escrito):

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29:23

Salvador Castañeda O´Connor:

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45:39

Michael Lowy – El ecosocialismo como alternativa radical (escrito):

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9:28

Subcomandante Insurgente Moisés – Nuestras armas son la resistencia y la rebeldía:

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55:45

Miércoles 6 de mayo. CIDECI. Tarde.

Havin Güneser, Movimiento de Liberación Kurdo :

descarga (ESPAÑOL)
descarga (ENGLISH)
1:25:27

Karla Quiñonez (video):

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Mariana Favela:

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28:07

Silvia Federici (escrito):

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14:54

Márgara Millán:

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20:07

Sylvia Marcos:

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  • 24:41

Comandanta Miriam:

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21:56

Comandanta Rosalinda:

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6:46

Comandanta Dalia:

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13:59

Compañera base de apoyo Lisbet:

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5:06

Compañera escucha Selena:

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8:50

Subcomandante Insurgente Galeano:

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25:14

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Publicado en: Audio, Chiapas, Radio Zapatista

EZLN: Seminario “El pensamiento crítico frente a la hidra capitalista” – día 2

dimanche, juin 14th, 2015

4 de mayo de 2015, CIDECI / Universidad de la Tierra Chiapas

Lunes 4 de mayo. CIDECI. Mañana.

María de Jesús de la Fuente C. O’Higgins (leído por Fernanda Navarro):

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Oscar Chávez – “Libertad” es una palabra zapatista:

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Guillermo Velázquez – Ética es dar la pelea:

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Antonio Gritón – Signos y señales: presentación de la Exposición Gráfica “La Hidra Capitalista”:

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19:05

Efraín Herrera:

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13:39

Subcomandante Insurgente Galeano – El método, la bibliografía y un drone subterráneo en las montañas del sureste mexicano:

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53:55

Lunes 4 de mayo. CIDECI. Tarde.

Eduardo Almeida – Vivir en una eticidad en la que cada paso cuenta:

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14:18

Vilma Almendra – Caminar la palabra desde la práctica:

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20:40

María Eugenia Sánchez – Construir presentes dignos:

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30:52

Greg Ruggiero – Ecología, fiebre, compañerismo e insurgencia:

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22:28

Alicia Castellanos – El objetivo es alcanzar todo de lo que se carece:

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Subcomandante Insurgente Moisés – El chiste es no dejarse, hacer, inventar, enfrentar, crear:

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1:24:51
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Publicado en: Audio, Chiapas, Radio Zapatista

EZLN: Seminario “El pensamiento crítico frente a la hidra capitalista” – día 1

samedi, juin 13th, 2015

3 de mayo de 2015 – Oventik / Cideci

Domingo 3 de mayo, Caracol de Oventik (Mañana).

Subcomandante Insurgente Moisés:

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2:14

Comandante David:

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2:13

Palabras videograbadas de padres y madres de normalistas desaparecidos de Ayotzinapa:

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6:32

Doña Bertha Nava, madre de Julio César Ramírez Nava (Ayotzinapa):

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7:34

Juan Villoro:

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24:49

Adolfo Gilly:

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50:20

Subcomandante Insurgente Galeano – “El muro y la grieta: primer apunte sobre el método zapatista” (lee aquí):

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1:02:28

Domingo 3 de mayo, CIDECI (Tarde).

Sergio Rodríguez Lazcano:

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54:03

Luis Lozano Arredondo:

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24:55

Rosa Albina Garavito (audio incompleto… en breve lo actualizaremos):

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Subcomandante Insurgente Moisés – Sobre las elecciones: organizarse (lee aquí):

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44:00
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Publicado en: Audio, Chiapas, Radio Zapatista

La tempête, la Sentinelle et le Syndrome de la vigie – ZAPATISTES

mercredi, avril 8th, 2015
source: http://www.le-serpent-a-plumes.antifa-net.fr/la-tempete-la-sentinelle-et-le-syndrome-de-la-vigie/
Traduction collective (@ValKaracole, @EspoirChiapas, et Le sⒶp) du communiqué de l’EZLN publié le 1er avril. Vous pouvez donc retrouver cette traduction sur le site d’Espoir Chiapas, ainsi que sur le site de Liaison Zapatiste.
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italiano: http://20zln.noblogs.org/supgaleano-la-tormenta-el-centinela-y-el-sindrome-del-vigia/
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español: http://subversiones.org/archivos/114876
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Chèr-e-s ? Ami-e-s et enemi-e-s : euh… bon… c’est que… c’est à dire… vous souvenez-vous qu’à la fin du texte du 19 Mars 2015 « Sur l’Hommage et le Séminaire » nous vous avions mit que l’organisation de ce séminaire était une pagaille ? Eh bien, nous  faisons ce que nous promettions : l’adresse électronique où vous envoyez vos données d’enregistrement est mauvaise, c’est pas ça,  c’est erroné, etc. 
L’adresse correcte est seminario.pensamientocritico15@gmail.com 
Ok, ok, ok, c’est pour moi. Cordialement: Ma pomme à moi!

La tempête, la Sentinelle et le Syndrome de la vigie.

 

Avril 2015. 
Aux Companeroas de la Sexta :
Aux Intéressé-es :
En dépit des apparences, ceci est une invitation… ou un défi ?
Si vous êtes adhérents à la Sexta, si vous êtes un média libre, autonome, alternatif, indépendant ou comme vous vous présentez, si vous êtes intéressés par la pensée critique, donc, prenez pour vous cette invitation au Séminaire « La Pensée Critique face à l’Hydre Capitaliste ». Si, en plus d’accepter cette invitation, vous voulez y assister, s’il vous plaît, suivez ce lienhttp://enlacezapatista.ezln.org.mx/registro-al-seminario-de-reflexion-y-analisis-el-pensamiento-critico-frente-a-la-hidra-capitalista/ 
Si vous avez été invitée, invité, invité-e comme intervenant-e, une missive similaire à celle-ci arrivera par le même biais que celui par lequel on vous a contacté. La différence se trouve que dans la carte d’invitation aux intervenant-e-s se trouve une « clause secrète ».
Bien l’invitation est, comme qui dirait, l’enveloppe
Dedans, plus en bas et à gauche, se trouve…

Le Défi.

Oh je sais. Les classiques débuts des réflexions zapatistes: déconcertants, anachroniques, déplacés, absurdes. Comme réticents, comme juste comme ça, comme « on les pose là », comme « là, vous voyez », comme « ça va de soi ». Comme si vous jetiez une pièce de puzzle et que vous espériez qu‘il soit évident que ça ne décrit pas une partie de la réalité, mais qu’ils imaginent l’image complète. Comme si vous regardiez le puzzle déjà terminé, avec ses formes et couleurs parfaites, mais grâce aux bords des pièces visibles, comme en notant que l’ensemble l’est grâce aux parties, et, clairement que chaque partie prend son sens dans sa relation avec les autres.

Comme si la réflexion zapatiste appelle à voir qu’il manque ce qu’il manque, et pas seulement ce qu’il y a, ce qui se perçoit immédiatement.
Un peu comme ce qu’a fait Walter Benjamin avec « l’Angelus Novus » de Paul Klee. En réfléchissant sur la peinture, Benjamin la « complète »: il voit l’ange, mais aussi il voit que l’ange voit, il voit jusqu’à ce qu’il soit frappé par ce qu’il voit, il voit la force qui l’agresse, il voit l’empreinte brutale. Il voit le puzzle complété : 

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« Il y a une peinture de Klee qui s’appelle Angelus Novus. Dans celle-ci on voit un ange qui parait sur le point de s’éloigner de quelque chose qui le paralyse. Ses yeux regardent fixement, il a la bouche ouverte et les ailes étendues; c’est ainsi qu’on peut s’imaginer l’Ange de l’Histoire. Son visage est tourné vers le passé. Où nous percevons une chaîne d’évènements, lui voit une catastrophe unique qui amoncelle ruine sur ruine et les jette à ses pieds. Il voudrait bien rester, réveiller les morts et reconstruire ce qui est en pièce, mais depuis le Paradis souffle un ouragan qui s’enchevêtre dans ses ailes, et qui est tellement fort que l’ange ne peut plus les fermer. Cet ouragan le pousse irrésistiblement vers le futur, auquel il tourne le dos, alors que les débris s’élèvent face à lui jusqu’au ciel. Cet ouragan c’est ce que nous appelons progrès. » (X, « Thèse sur la philosophie de l’histoire »)

Donc c’est comme si nos réflexions étaient un défi, une énigme de Sphinx, un défi de Mr. Bane, un passe-partout dans les mains du Joker alors qu’il demande : « Pour quoi êtesvous si sérieux ? ».
Comme si le chat-chien, super héros et super vilain, Sherlock et Moriarty, faisait irruption avec une avalanche de questions : que regardons-nous ? pour quoi ? jusqu’à quand ? depuis quand ? dans quel but ? 
C’est comme si nous pensions au monde, interrogeant sa tournure maladroite, débattant de sa course, défiant son histoire, contestant la rationalité de ses évidences.  
C’est comme si, pour un moment à peine, nous étions… 
-*-

La Sentinelle.

 

Vous pouvez voir que, d’habitude, dans une installation militaire il y a des postes en périphérie. On les appelle « Postes d’Observation », « Postes de Garde » ou « Postes de la Vigie ». Le travail de ces postes est de surveiller les alentours et les accès à l’établissement, de façon à savoir ce ou qui approche ou bouge ou reste aux alentours du lieu. Bien, ces postes de surveillance (dans les campements zapatistes on les appelle « le relais », j’en ignore la raison; par exemple, nous disons « t’es de relais à 00h00″, « la relève du relais est à 12h00″, etc.) prévient ou avertit le reste de l’installation, et retient ou détient qui tente de rentrer sans autorisation. Celui qui occupe le poste d’observation c’est le garde, la vigie, la sentinelle. En plus d’observer et d’être attentif à ce qui se passe, la sentinelle est celui qui donne l’alarme en cas d’attaque et face à toute éventualité.
Selon nous, femmes et hommes zapatistes, la réflexion théorique, la pensée critique fait ce travail de sentinelle. Celui qui travaille avec la pensée analytique, c’est son tour de garde au poste de vigie. Je pourrais m’étendre sur la place de ce poste dans le tout, mais pour l’instant il suffit de dire que c’est une partie aussi, rien de plus, mais rien de moins. Je dis ça pour celles, ceux et celleux (ne pas oublier l’égalité de genre et la reconnaissance de la diversité) qui prétendent :
.- Soit être au-dessus et en-dehors du tout, comme quelque chose à part, et se cacher derrière « l’impartialité », « l’objectivité », « la neutralité ». Et qui disent qu’ils analysent et réfléchissent depuis l’asepsie d’un impossible laboratoire matérialisé dans la science, la chaire, la recherche, le livre, le blog, le credo, le dogme, la consigne.
.- Soit qui détournent leur rôle de vigies et s’attribuent celui de nouveau grand-prêtres doctrinaires. Tout en étant à peine des sentinelles, ils se comportent comme s’ils étaient le cerveau dirigeant se changeant en tribunal pénal selon leur convenance. Et depuis là-bas ils ordonnent ce qui doit être fait, ils jugent et absolvent ou condamnent. Bien qu’il faille leur reconnaître que le fait que personne ne leur prête attention, démontrant que la réalité est toujours rebelle, ne les inhibe pas dans leur délire (éthylique, pas peu de fois).
La sentinelle a quelque chose à voir avec le poste de surveillance en question. Mais nous reviendrons là-dessus dans l’une ou l’autre de nos interventions durant le séminaire.
Pour l’instant, il suffit de dire que, accablé, dépassé par la tache d’observation critique dans un monde trompeusement instantané, lors de son tour de garde, le vigile peut tomber dans…
-*-

Le Syndrome de la Vigie.

 

Bon, en fait il se trouve que la sentinelle « épuise » sa capacité de vigilance après un temps.
Cet « épuisement » (que nous, femmes et hommes zapatistes appelons « le syndrome de la vigie ») consiste, grosso modo, en ce que la personne qui est au poste de surveillance développe, après un temps où il est de garde, une espèce de « perception en boucle » ou « constance de la perception ». C’est-à-dire qu’il reproduit dans sa perception consciente encore et encore la même image, comme si rien ne changeait, ou comme si les changements faisaient partie de la normalité même de l’image. Cela a à voir, je suppose, avec quelque chose de la perception visuelle, mais aussi avec le désir que rien ne vienne altérer la routine. Ainsi, par exemple, le vigile ne souhaite pas qu’un danger survienne, et ce désir il le projette sur ce qu’il surveille. « Tout va bien, il ne va rien arriver de mal », se répète-t-il encore et encore, et ce désir se projette sur son évaluation de la réalité. Son objectif est de pouvoir remettre un rapport de surveillance laconique: « rien de nouveau« .
Ce que je vous explique est le fruit d’une observation empirique, pas d’une étude scientifique. Après des années et des années de vigilance, c’est ce que nous concluons de notre propre (et réduite) expérience. Avec le doute persistant de science ou us et coutumes, nous demandons à quelqu’un s’il en est question en neuroscience. Il nous a dit que le phénomène existe, bien que ne soit pas précisé le mécanisme qui le provoque (avant que vous ne vouliez me mettre en travers de la gorge les différents courants ou positions en psychologie, je précise que la seule chose confirmée c’est que le phénomène est réel, vérifiable). Bon maintenant, pourquoi ça arrive ? bon, voyez vous-même – il serait bon que,  par rapport à ça, vous vous mettiez d’accord sur ce qu’est l’objet de connaissance de la « science » de la psychologie -.
Bon, cette personne nous a expliqué ce qu’est « l’attention sélective » et nous a envoyé un livre de ceux d’avant (c’est-à-dire qu’on comprend ce qui est expliqué). En quelques mots, il s’agit du fait que nous ne portons attention seulement qu’à une petite partie de ce que nous voyons à un moment donné et que nous ignorons le reste. Bon, hé bien ce reste que nous ignorons c’est la « cécité au changement » ou « cécité par inattention ». C’est comme si, en filtrant les parties de l’image que nous voyons, nous devenions aveugles à ce que nous n’avons pas sélectionné comme important.
Pour l’instant nous n’allons pas développer ceci, mais, en résumé, le « syndrome de la sentinelle » consiste en ce que:
a).- Tout n’est pas surveillé, mais juste une partie de ce tout. 
b).- Lorsqu’il se « fatigue », le garde ne perçoit plus les changements qui se présentent dans la zone surveillée parce qu’ils lui sont imperceptibles (c’est-à-dire, ils ne sont pas dignes d’intérêt).
Pour compenser cela, nous utilisons divers moyens :
L’un d’eux c’est la surveillance non directe, la « vision périphérique » ou, en langage courant, « regarder du coin de l’œil ». C’est que le regard indirect permet de détecter les altérations de la routine. Il doit aussi y avoir une explication de cela dans la neuroscience, mais je crois que nous manquons d’études.
Les autres manières de parer à la fatigue de la sentinelle, sont : mettre deux vigiles ou plus couvrant le même point; ou réduire le temps de surveillance et augmenter la fréquence de la relève.
Il peut et il y a d’autres manières pour que la tache de la sentinelle soit accomplie.
Mais l’important c’est qu’il faut être attentif à tout signal de danger. Il ne s’agit pas alors d’avertir du danger lorsqu’il est déjà là, mais de regarder les indices, les évaluer, les interpréter, en somme, les penser de façon critique.
Par exemple: ces gros nuages à l’horizon, est-ce qu’ils signifient que vient une pluie passagère ? quelle est son intensité ? elle se dirige vers ici ou elle s’éloigne
Ou est-ce quelque chose de plus grand, de plus terrible, de plus destructeur ? S’il en est ainsi, il faudra alerter tout le monde de l’imminence de…

La Tempête.

 

Bon, l’affaire c’est que nous, hommes, femmes, zapatistes, nous voyons et nous entendons que s’approche une catastrophe dans tous les sens du terme, une tempête.
Mais…, il se trouve que nous, femmes, hommes, zapatistes, nous voyons et entendons aussi que des personnes ayant de grandes connaissances disent, parfois en livrant leur parole, toujours avec leur comportement, que tout continue comme avant.
Que ce que nous présente la réalité ne sont que de petites variations qui n’altèrent en rien d’important le paysage.
C’est-à-dire que nous, femmes, hommes, zapatistes, nous voyons une chose, et eux une autre.
Parce que nous voyons que sont toujours utilisées les mêmes méthodes de lutte. On continue avec les marches, réelles ou virtuelles, les élections, les enquêtes, les meetings.  Et, de façon concomitante, surgissent et se développent les nouveaux paramètres du « succès », une espèce d’applaudimètre qui, dans le cas des marches de protestation, est inversé: mieux tu te portes (c’est-à-dire moins tu protestes), plus grand est sont succès. Et des organisations des partis politiques, se font, des plans sont tracés, des stratégies et des tactiques, en faisant de véritables tour d’adresse avec les concepts.
Comme si étaient équivalents État, Gouvernement et Administration.
Comme si l’État était le même, comme s’il avait les mêmes fonctions qu’il y a 20, 40, 100 ans.
Comme si le système était aussi le même et de même les formes de soumissions, de destruction. Ou, pour le dire à la manière de la Sexta: les mêmes formes d’exploitation, répression, discrimination et spoliation.
Comme si en haut le Pouvoir avait maintenu son fonctionnement invarié.
Comme si l’hydre n’avait pas régénéré ses multiples têtes.
Nous pensons donc que chez nous ou chez eux, il y a le « syndrome de la sentinelle ».
Et nous, hommes, femmes, zapatistes, nous regardons du coin de l’œil ces mouvements dans la réalité. Nous portons alors une plus grande attention, nous montons au plus haut de l’arbre fromager pour essayer de voir plus loin, non pas ce qui se passe, mais ce qui vient.
Bon, hé bien ce que nous voyons n’a rien de bon.
Nous voyons qu’arrive quelque chose de terrible, plus destructeur si c’était possible.
Mais d’autres fois nous voyons que celles et ceux qui pensent et analysent ne disent rien de tout ça. Ils continuent de répéter la même chose qu’il y a 20 ans, 40 ans, un siècle.
Et nous voyons que des organisations, des groupes, des collectifs, des personnes, continuent de même, présentant de fausses options excluantes, jugeant et condamnant l’autre, le différent.
Et plus : nous méprisant pour ce que nous disons voir.
Bon alors, vous voyez, nous sommes zapatistes. Et cela veut dire beaucoup de choses, tellement que dans les dictionnaires de votre langue il n’existe pas de mot pour ça.
Mais ça veut aussi dire que nous pensons toujours que nous pouvons nous tromper. Que peut-être tout continue sans changements fondamentaux. Que peut-être le Commandeur continue de commander de la même manière qu’il y a des décennies, des siècles, des millénaires. Qu’il se peut que ce qui vient ne soit rien de grave, mais à peine une décompensation, un réarrangement de ce qui ne vaut même pas la peine.
Donc ou bien aucune pensée, analyse, théorie, ou bien la même chose que toujours.
Alors nous, hommes, femmes, zapatistes, nous pensons que nous devons demander à d’autres, d’autres calendriers, de géographies différentes, ce qu’ils voient.
Je crois que c’est comme quand à un malade on lui dit que oui en effet, c’est très grave, c’est-à-dire qu’il est « foutu », comme on dit ici. Et donc bon, comme on dit, il faut chercher une deuxième opinion.
Nous disons alors que la pensée, la théorie, sont en train d’échouer. Que ce soit la nôtre qui échoue, que ce soient les autres pensées qui échouent. Ou peut-être que ce sont les deux qui échouent.
Bon donc, nous sommes méfiants, méfiantes, bien évidemment. Mais oui nous faisons un peu confiance aux compañeras, compañeros et compañeroas de la Sexta. Mais nous savons bien que le monde est très vaste, qu’il existe des autres qui elles, eux, elleux aussi se dédient à ça, penser, analyser, regarder.
Nous pensons alors que nous avons besoin de penser le monde, et aussi de penser de cette manière chacun son calendrier et sa géographie.
Et nous pensons que ce serait encore mieux si nous faisions maintenant une sorte d’échange de pensées. Pas comme on parle d’échange de marchandises, comme dans le capitalisme, mais comme si nous faisions un marché moi je te dis ce que je pense et toi tu me dis ce que tu penses. Ou comme un réunion de pensées.
Mais nous ne pensons pas alors qu’il s’agit d’une réunion et rien d’autre, mais qu’elle doit être grande, très grande, mondiale dit-on.
Et bon, nous, hommes, femmes, zapatistes, nous ne savons pas grand chose. Enfin peut-être en luttant savons-nous quelque chose de nos compañeroas, compañeras y compañeros de la Sexta.
Nous voyons alors que ces réunions de pensées sont appelées en certains lieux « séminaires », nous croyons que parce que « séminaire » veut dire « pépinière » c’est-à-dire qu’ici se trouvent des graines qui parfois grandissent vite et parfois prennent leur temps. 
Et donc nous disons que nous faisons une pépinière d’idées, d’analyses, de pensées critiques de « où en est actuellement le système capitaliste ».
Alors le séminaire ou pépinière n’est pas un lieu unique ni dans un temps unique. Mais qu’il dure et qu’il est en plein d’endroits.
Et alors, hé bien c’est pour ça que nous disons que c’est disloqué, c’est-à-dire pas tout en un seul lieu, mais en plein de morceaux et en plein d’endroits. Et nous disons que c’est mondial, bon, hé bien parce que dans tous les mondes il y a des pensées critiques, qui se demandent ce qui se passe, pourquoi, quoi faire, comment, et ces choses qui se pensent dans la théorie.
Mais alors, nous pensons, ça commence en un lieu et en un temps.
Alors, hé bien, commence quelque part cette pépinière collective, et ce lieu est un escargot zapatiste. Pourquoi? Et bien parce qu’ici les peuples zapatistes, nous utilisons l’escargot pour alerter et pour appeler le collectif.
Et donc, par exemple, s’il y a un problème de la communauté, ou une affaire à résoudre, hé bien on joue de l’escargot et hop tout le village sait qu’il y a une réunion du collectif pour que la pensée dise sa parole.
Ou pour voir comment faire pour résister.
Nous disons donc que l’escargot est un instrument de la sentinelle. Avec lui il prévient qu’il y a un danger.
Le lieu est donc, hé bien, un escargot zapatiste: le caracol d’Oventik, montagnes du sud-est mexicain, Chiapas, Mexique.
Et la date du commencement c’est le 3 mai. Pourquoi le 3 mai ?
Bon, chez nos peuples c’est le jour des semis, de la fertilité, de la récolte, de la graine. C’est le jour de la Sainte Croix.
Les peuples ont pris l’habitude de planter une croix là où naît la rivière, le ruisseau ou la source qui donne vie au village. C’est comme ça qu’on signale que c’est un lieu sacré. Et c’est sacré parce que c’est l’eau qui donne la vie. Alors le 3 mai c’est le jour pour demander de l’eau pour la semence et la bonne récolte. Les habitants vont alors là où naît l’eau pour lui faire des offrandes. C’est-à-dire qu’en parlant à l’eau, ils lui donnent leurs fleurs, ils lui donnent leur tasse d’atole, leur encens, leur bouillon de poulet sans sel. Chez d’autres peuples ils lui donnent un petit verre de gnôle, mais chez les peuples zapatistes l’alcool est interdit et donc ils donnent à l’eau un rafraîchissement. Le bouillon de poulet qu’on donne à l’eau est sans sel, pour que l’eau ne se dessèche pas. En même temps qu’ils sont dans cette cérémonie d’offrande, ils jouent de la musique et tou-te-s, enfants, jeunes, ancien-ne-s commencent leur danse. Et quand l’offrande prend fin, commence la communion du peuple. Ils répartissent la nourriture qu’ils ont amenée : atole aigre, poulet, haricots, calebasse. Tout ce qui est nourriture, ils le mangent là collectivement, près de la naissance de l’eau. Et quand c’est fini, ils rentrent chez eux. Et alors par une pure allégresse, ils continuent de danser dans le village et ils mangent ensemble et ils prennent un café avec du pain. Il y a aussi des comp@s zapatistes qui sont maçons, et alors ils le fêtent aussi et ils racontent qu’ils font une croix de n’importe quel bois qu’ils trouvent et qu’ils la posent quand ils commencent la construction. Ils disent que c’est parce que c’est de la responsabilité du travailleur. C’est-à-dire que le travailleur devient ainsi responsable de la construction et que ça lui donne l’envie que ce soit bien, parce que c’est à lui qu’on doit que ce soit bien.
Alors bon voilà vous savez. Là vous voyez. Accepter ou non le défi, à vous de jouer.
Attention : ce qui suit est seulement pour les intervenant-e-s. C’est-à-dire que ça ne sera que sur les invitations formelles que nous envoyons aux intervenant-e-s. Ne le publiez donc pas parce que c’est une…

Clause secrète :

 

Tout ça pour que vous compreniez, comme on dit, le contexte du séminaire. 
Qu’attendons-nous de vous ? 
Eh bien, il faut comprendre que des gens viennent de loin, qui font le sacrifice de leur salaire et leur temps pour venir écouter ce que vous allez exposer. Ils ne viennent pas pour le plaisir, ni parce qu’ils vont gagner quelque chose. Ils ne viennent pas pour la mode ou par ignorance. Ils viennent peut-être parce qu’ils voient les nuages dans leurs horizons, parce que les pluies et les vents les frappent déjà, parce que la famine ne se soucie pas d’essayer de comprendre, parce qu’ils sentent l’orage approcher.
Tout comme nous, hommes, femmes, zapatistes, nous vous respectons, nous vous demandons de respecter ces personnes. Il y aura des infiltré-e-s bizarre, mais la plupart sont nos comp@s. Ce sont des gens qui vivent et meurent en luttant, personne, à part nous, hommes, femmes, zapatistes, n’en garde la trace. Pour elleux, il n’y a ni musées, ni statues, ni chansons, ni poèmes, et leurs noms ne sont ni sur les rames de métro, ni les rues, ni les quartiers. Ils ne sont personne, c’est sûr. Et ce n’est pas en dépit de cela, mais c’est précisément pour ça que, pour nous, femmes, hommes, zapatistes, ils sont tout.
Ainsi donc, ne vous offensez pas, mais n’apportez pas de slogans, de dogmes, actes de foi, modes; ne répétez pas ce que d’autres ont déjà dit avant ou ailleurs; n’encouragez pas la pensée paresseuse; n’essayez pas d’imposer la pensée dogmatique; ne diffusez pas la pensée mensongère.
Nous vous demandons d’apporter votre parole et qu’elle provoque la pensée, la réflexion, la critique. Nous demandons que vous prépariez votre message, que vous l’aiguisiez, que vous lui donniez du lustre. Qu’avec l’honneur, non du milieu universitaire et de ses pairs, mais de celui qui le reçoit, il soit comme un tremblement ou une gifle, ou un cri. 
La graine qu’appelle ce séminaire ou pépinière nous disions, est celle qui questionne, provoque, encourage, pousse à continuer à penser et à analyser. Une graine pour qu’il y ait d’autres graines qui entendent qu’il faut pousser et fassent à leur manière, en fonction de leur calendrier et de leur géographie.
Oh, oui, nous le savons : cela ne va pas accroître votre prestige, ni votre compte bancaire, ni votre côte de popularité. Mais on verra si vous avez de nouveaux adeptes, disciples, troupeaux.
En effet, le seul signe de réussite ne se verra pas, et ce sera que dans de nombreux endroits, dans d’autres calendriers et diverses zones géographiques, d’autres hommes, d’autres femmes, d’autres autres, défient tout et discutent, débattent, questionnent, critiquent, imaginent, croient.
C’est ce que nous demandons. Seulement ça !
Depuis la conciergerie de la Petite École, accréditée maintenant comme « Office du protocole, de la conception et impression des invitations pour les mariages, les XV ans, les divorces, les baptêmes, les avancements frustrés, les séminaires et autres », en accrochant des enseignes qui disent « Ne te fies pas à aujourd’hui, pas plus que demain » , « Bouées de sauvetage sur demande  » ,  » Prenez votre lorgnette, pirate, barrez-barrez-le-tout-juridique-mon-cher-qu’est-ce-qui-se-passsssssssse » ,  » Dans cet établissement  pas de discrimination fondée sur la myopie ».
Le SupGaleano.
Mexique, avril 2015. 
Hep, hep. Arrêtez votre voiture. L’adresse électronique où vous envoyez vos informations d’enregistrement n’est pas correcte. Elles doivent être envoyées à : seminario.pensamientocritico15@gmail.com. Pour votre compréhension, merci (que les injures soient à l’amande, elles n’ont pas lieu d’être).